(1157-1184)
Fue una Onna-bugeisha (mujer samurai) de una familia acaudalada de samurais. Como era habitual, la adiestraron en el uso de la naginata para proteger el hogar en caso de ataque. Se convirtió en una experta y persuadió a su padre para que la enseñara a manejar el arco y a montar a caballo. Pronto se convirtió en una notable amazona y arquera.
En el Heike Monogatari, un conjunto de libros épicos que narran las Guerras Gempei, se habla de una guerrera legendaria llamada Tomoe:
«Tomoe era especialmente hermosa, de piel blanca, pelo largo y bellas facciones. También era una excelente arquera, y como espadachina era una guerrera que valía por mil, dispuesta a confrontar un demonio un dios, a caballo o en pie. Domaba caballos salvajes con gran habilidad; cabalgaba por peligrosas pendientes sin rasguño alguno. Cuando quiera que una batalla era inminente, Yoshinaka la enviaba como su primer capitán, equipada con una pesada armadura, una enorme espada y un poderoso arco; y ella era más valerosa que cualquiera de sus otros guerreros.»
Participó en la cruenta guerra entre los clanes Mina moto, al que pertenecía, y Taira. Fuel honesta y justa. Siendo una historia tan antigua, sus hazañas y leyendas se entremezclan haciendo aún más grande su figura. No está claro si llego a ser comandante del ejercito o capitana, si murió en el campo de batalla o retirada en un templo. Lo que si se sabe, es que fue una mujer valiente que nunca se resignó a un papel secundario, con un coraje fuera de toda duda. Su vida inspiró poemas, leyendas e incluso piezas de teatro.