Florence Henri nació en Nueva York. Con la edad de nueve años estudió música en París. Vivió una temporada en Roma donde se introdujo en las nuevas corrientes artísticas. Se trasladó a Berlín y se dedicó a la música y a la pintura. En 1927 estudia fotografía en la Bauhaus. Sus composiciones tienen los espejos como elementos centrales, buscando relaciones espaciales entre ellos y distintos efectos de luz.
El trabajo de Florence Henri ocupó un lugar central en el mundo de la fotografía de vanguardia. Debido a la dificultad para obtener materiales fotográficos tras la Segunda Guerra Mundial, se dedicó de nuevo a la pintura abstracta.
